domingo, 26 de enero de 2014

viernes, 24 de enero de 2014

16. La Mente Del Psicópata

La Mente Del Psicópata 

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Publicado el 31/12/2012
Redes analiza esta semana el perfil de un psicópata. Cientos de miles de psicópatas trabajan y viven entre nosotros como personas normales y es posible que sigan un camino hacia la destrucción sin tener ninguna conciencia de ello.

Los psicópatas son muy buenos manipuladores, tienen una falta completa de capacidad de ponerse en el lugar de los demás y una nula capacidad de sentir de remordimiento o de tener conciencia. Al psicópata no se le puede considerar un enfermo mental sino una persona afectada de un transtorno de personalidad.

El prestigioso psicólogo Robert Hare, profesor emérito de la Universidad British Columbia, en Canadá, cuyos estudios sobre psicópatas lo llevaron a desarrollar el famoso test de diagnóstico llamado La Escala Hare, es el invitado estelar de esta semana. " La personalidad del psicópata-- afirma Hare-- se desarrolla muy pronto entre los 3 y los 5 años y sus rasgos tienen poco que ver con la procedencia social y familiar. Un psicópata en un puesto alto de la jerarquía social puede causar estragos". Los investigadores han descubierto que el cerebro del psicópata funciona de forma diferente al de los demás y que los tradicionales programas de rehabilitación ayudan muy poco a los delincuentes psicópatas.

En el plató intervienen Vicente Garrido, psicólogo criminalista de la Universidad de Valencia y Lluís Borràs, psiquiatra forense. El programa contará con sus secciones habituales de reportajes, el experimento y el Informativo 3000.
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15. La pendiente resbaladiza de la maldad

La pendiente resbaladiza de la maldad

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Subido el 21/09/2011
¿Sabemos de qué seríamos capaces en una situación extrema a la que nunca nos hubiéramos enfrentado? ¿Somos realmente quienes creemos que somos? Eduard Punset habla con Philip Zimbardo, psicólogo de la Universidad de Stanford y autor del famoso y polémico experimento de la prisión de Stanford, realizado en los años 70 para estudiar la reacción de unas cuantas personas recluidas en un lugar hostil y sometidas a duras circunstancias.

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jueves, 23 de enero de 2014

14. Los secretos de la creatividad

Los secretos de la creatividad - Redes (Nº 89)

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Subido el 4/07/2011
Programa emitido el 27 de marzo de 2011

Entrevista de Eduard Punset con Ken Robinson, experto en desarrollo de la creatividad.

Web oficial de Redes: http://www.rtve.es/alacarta/videos/re...

Más información:

http://www.rtve.es/television/2011032...

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lunes, 20 de enero de 2014

11. Música, emociones y neurociencia

 Música, emociones y neurociencia - Neurociencia (Cap. 105)

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Publicado el 12/10/2011
La música une a las personas y desata emociones en todo el planeta. En este capítulo de Redes, el neurocientífico y profesor de psicología de la música, Stefan Koelsch, de la Freie Universität Berlin, le explicará a Punset qué dice la neurociencia sobre las emociones evocadas por la música.

También analizaremos cómo el cine se aprovecha del poder de la música para dirigir a los espectadores y el cantante Manolo García nos explicará la unión que experimentan los músicos con su público en los recitales.

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10. Los secretos de una larga vida - Capítulo 116 (Completo)

10. Los secretos de una larga vida - Capítulo 116 (Completo) 
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domingo, 19 de enero de 2014

9. Meditacion y Aprendizaje

Meditación y Aprendizaje

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Publicado el 23/03/2012
La neurociencia ha demostrado que el cerebro es maleable. Mediante el aprendizaje, podemos transformarlo para, por ejemplo, poder andar en bicicleta o hablar más de un idioma.
En el programa REDES, transmitido por TVE y conducido por Eduardo Punset, veremos que podemos aprender también a ser más felices, más responsables y cooperativos. La educación ha de dar un vuelco e incorporar nuevas técnicas, como las de la meditación, para formar a mejores ciudadanos.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/re...

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sábado, 18 de enero de 2014

8. Plantas Medicinales (Capítulo REDES 346)

Plantas Medicinales (Capítulo REDES 346)

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Publicado el 1/04/2013
Solemos considerar a las tribus indígenas menos desarrolladas que nosotros. Y sin duda en algunos aspectos lo están. Pero debemos tener en cuenta que mientras nosotros hemos estado ocupados creando internet y explorando el espacio, ellos no han estado inactivos intelectualmente, y han dirigido sus esfuerzos a entender su entorno y aprovechar lo que la naturaleza les ofrece. Por eso no debemos menospreciar el enorme conocimiento acumulado que tienen del mundo natural. Posiblemente sepan bastante mejor que nosotros las propiedades de muchas plantas medicinales.




jueves, 16 de enero de 2014

7. EL RETO DE INVESTIGAR EN EQUIPO

El reto de investigar en equipo


  • Las carreras científicas ya no se centran en una única disciplina.
  • El volumen de información hace que las ciencias no avancen si no cooperan
  • El biólogo Ajay Royyuru explica la necesidad de un enfoque multidisciplinar
  • Elsa Punset habla con Juli Capella sobre la vida secreta de los objetos
  • Redes se ha emitido el domingo, 2 de junio, en La 2 de TVE




EDUARD PUNSET (REDES) 28.05.2013
Las carreras científicas ya no se centran en una única disciplina.
la biología, la computación, la ingeniería o la física no pueden salir adelante si no cooperan unas con otras
El enorme volumen de información, fruto del acelerado avance científico y tecnológico de las últimas décadas, ha hecho que la biología, la computación, la ingeniería o la física no puedan salir adelante si no cooperan unas con otras.
En este capítulo de Redes, el biólogo computacional Ajay Royyuru explica a Eduard Punset la necesidad ineludible de investigar desde un enfoque multidisciplinar.
Y en su sección, Elsa Punset habla con el arquitecto Juli Capella sobre la vida secreta de los objetos y de las ideas.
Nuestro tiempo es limitado,
pero la cantidad de información que debemos asimilar es cada vez mayor.
Ajay Royyuru
Eduard Punset:En la actualidad eres uno de los principales expertos en lo que llamamos multidisciplinariedad, probablemente porque llevas un tiempo diciéndoles a los ingenieros que la mejor manera de usar los recursos con eficacia no es concentrarse en un solo campo de estudio, sino considerar varios ámbitos a la vez.
¿Cuál es tu primera impresión tras trabajar durante tantos años y decirles a los ingenieros, a tus amigos y a los demás científicos que es preciso incorporar la informática, la perspectiva computacional y la de muchas otras disciplinas para descubrir más cosas?

Las ventajas de compartir el conocimiento

Ajay Royyuru:Yo estudié biología. Y hay una pequeña diferencia entre cómo piensa un biólogo y cómo piensa, por ejemplo, un físico o un matemático. Se trata de una diferencia pequeña, pero resulta que, en este contexto, acaba siendo muy relevante.
hay una pequeña diferencia entre cómo piensa un biólogo y cómo piensa, por ejemplo, un físico o un matemático
Los biólogos se plantean preguntas, pero están dispuestos a no conocer la respuesta para la mayoría de incógnitas, porque en casi todas las preguntas que nos formulamos en el campo de la biología la respuesta es: «no lo sé, tal vez pueda descubrirlo, pero realmente todavía no sabemos la respuesta».
En cambio, las ciencias duras tradicionales, como la física, por ejemplo, intentan responder este tipo de cuestiones más exhaustivamente.
Estas han llegado muy lejos con este enfoque.
Creo que estamos en un momento crítico muy interesante en el que, como biólogo, si insto a los colegas matemáticos, informáticos y físicos a que nos ayuden a despejar algunas de las incógnitas no resueltas de la biología, avanzaremos muchísimo.
Eduard Punset:Es fantástico. Quizá deberíamos decirles a nuestros nietos que esta es la manera de proceder.
Esta mañana he visto fotos de famosos cuando eran jóvenes. Ahí estaban Bill Clinton, Harrison Ford, Michelle Obama o Madonna… Lo que cuentas me hace pensar en la necesidad de intercambiar información entre varias disciplinas.
Eduard Punset:Seguramente Bill Clinton llegó a ser lo que es hoy en día porque se dedicó a tener en cuenta cosas diferentes y épocas diferentes, ¿no crees?
Ajay Royyuru:Creo que muchos biólogos hemos tenido un recorrido así: tal vez empezamos centrados en algo pero, a medida que empezamos a aprender de la interacción con los demás, la experiencia nos ha ido enseñando más cosas.
En el instituto, por ejemplo, imaginaba que la biología a la que me dedicaría era la que se practicaba entonces, que básicamente consistía en diseccionar una rana para ver qué había dentro. ¡Pero nada que ver con la biología de hoy!
La biología actual es muy detallada, no se limita a plantearse qué hay dentro de la rana, sino que intenta dilucidar qué son los genes, qué información transmiten, y no solo en el caso de un organismo, sino de todas las especies…
Eduard Punset:Hacemos abstracciones…

Modificar las preguntas

Ajay Royyuru:Luego recopilamos y unimos toda la información. La biología se ha convertido, literalmente, en una ciencia de la información. Hemos dejado atrás la pregunta: «¿de qué está hecho?».
 hoy hemos pasado de la pregunta sobre el QUÉ a la pregunta sobre el CÓMO y el PORQUÉ. Ahora nos planteamos: «¿cómo funciona?»
Cuando diseccionábamos ranas, nos preguntábamos; «¿qué es esto?». En cambio, hoy hemos pasado de la pregunta sobre el QUÉ a la pregunta sobre el CÓMO y el PORQUÉ. Ahora nos planteamos: «¿cómo funciona?». Y, en el caso de las enfermedades: «¿qué se ha estropeado y cómo puedo arreglarlo?»
Eduard Punset:Qué puedo hacer al respecto, ¿no?
Ajay Royyuru:Exacto.
Eduard Punset:De eso trata ahora la ciencia…
Ajay Royyuru:Sí. Así es: cada vez integra más conocimientos y es más predictiva. Si entiendo correctamente un sistema biológico, podré predecir mejor qué resultados se van a producir. Se están realizando trabajos maravillosos que intentan predecir, por ejemplo, cómo funciona el sistema cardiovascular humano.

El Proyecto Genográfico

Eduard Punset:Oye, Ajay, me gustaría que los telespectadores supieran que llevas trabajando más de 7 años en una iniciativa multidisciplinar llamada Proyecto Genográfico. ¿En qué consiste este Proyecto Genográfico?
Si nos remontamos lo suficiente en el tiempo, tus antepasados y los míos y los de todo el mundo estaban en África
Ajay Royyuru:La pregunta que nos hacemos con el Proyecto Genográfico es la siguiente: ¿quiénes somos como personas? Sabemos que somos una especie, una población, ¿de acuerdo? Pero si retrocedemos en el tiempo… Todos los seres humanos tenemos antepasados comunes.
Hoy en día los indicios apuntan a que el lugar de origen de la humanidad fue África. Si nos remontamos lo suficiente en el tiempo, tus antepasados y los míos y los de todo el mundo estaban en África.
Sin embargo, a partir de ahí la población ha crecido y se ha diversificado y hoy hay 6.500 millones de personas repartidas por todos los continentes.
Lo que intentamos en el Proyecto Genográfico es entender quiénes eran nuestros antepasados y también cuál fue su recorrido por el planeta para dar lugar a la diversidad que vemos hoy en la Tierra. ¿Y cómo respondemos a esas preguntas?
Pues pensamos que el principal libro de historia del que disponemos es la diversidad genética que tú y yo llevamos.
Eduard Punset:Del ADN
Ajay Royyuru:Porque proviene de nuestros antepasados y porque hay diferencias entre mi genoma y el tuyo: el momento en el que surgieron dichas diferencias marca la rama en el árbol genealógico humano a la que corresponden.
Por tanto, si descubro el marcador genético que separa una rama de otra, y luego me planteo cuándo surgió dicha rama en el tiempo…
Eduard Punset:Entonces sabrás exactamente cuándo fue… bueno, más o menos…
Ajay Royyuru:Sí. Bueno, siempre habrá algunos errores, que tienen que ver con la precisión a la hora de realizar las dataciones, ¡pero es mejor que decir que tiene que haber ocurrido en los últimos ciento cincuenta mil años! Así que intentamos datarlo y, en segundo lugar, intentamos ubicar los marcadores genéticos geográficamente, además de temporalmente. ¿Y cómo lo hacemos?
Eduard Punset:¿Cómo?
Ajay Royyuru:Ahora tenemos una población completamente mezclada en el planeta, pero lo que hacemos es analizar la diversidad genética disponible en todo el mundo y preguntarnos qué sucede con cada individuo.
Pongamos que te estudio a ti. No solo sé que en la actualidad estás en España (bueno, hoy estás en Estados Unidos, pero tus antepasados son españoles) sino que, además, si te pregunto hasta cuándo puedes retroceder en la historia de tus antepasados, me dirás que puedes ir atrás, qué sé yo, tal vez 30, 50, 100 años.
En algunos casos incluso algunos siglos. Eso es lo que sabrás acerca de la posible procedencia de tus antepasados, ¡pero no dejan de ser unos pocos centenares de años! En cambio, tu genoma incorpora información sobre quiénes fueron tus antepasados…
tu genoma incorpora información sobre quiénes fueron tus antepasados
Eduard Punset:Desde…
Ajay Royyuru:¡Desde siempre!
Eduard Punset:¡Eso es!
Ajay Royyuru:Así pues, si analizo los marcadores y, en segundo lugar, estudio la diversidad genética disponible del planeta e intento ubicar dichos marcadores en los diferentes emplazamientos geográficos, eso me permitirá volver a conectar las ramas del árbol y decir: «de acuerdo, esta variación probablemente ocurrió en esta ubicación geográfica del mundo, y este es el viaje que debieron de realizar nuestros antepasados para dar lugar a la población que tenemos hoy».

La población globalizada

Eduard Punset:¿Y qué hay de la globalización? Porque la diversificación entre los diferentes genomas es fantástica por ahora, pero la mezcla de personas, ¿no acabará haciéndola desaparecer algún día? Me refiero a que la globalización dificultará vuestra labor, ¿no?
 las poblaciones se están mezclando, por buenos motivos
Ajay Royyuru:Lo pone más difícil, tienes razón, porque las poblaciones se están mezclando, por buenos motivos. Y además se trasladan de un lugar del mundo a otro. Si pudiéramos hacer avanzar el reloj para ver qué sabríamos de la población de aquí a cien años, probablemente sabríamos menos cosas.
Ahora es un buen momento para hacerse estas preguntas, porque la globalización no para y nuestra capacidad de encontrar las raíces de las cosas y ubicarlas geográficamente es una señal que se está disipando.

Los sistemas cognitivos

Eduard Punset:Volviendo a tu sugerencia de que la biología tiene mucho que ver con la informática, una vez te preguntaron sobre la mezcolanza, la interacción de disciplinas diferentes, y dijiste lo siguiente: «está claro que el cerebro humano no puede manejar el ingente volumen de información relevante que generamos, por lo que se requieren métodos computacionales no solo para hacer las cosas bien sino para llegar siquiera a hacerlas». Esa fue tu respuesta. ¿La mantienes?
Ajay Royyuru:¡Claro! Considero que mi trabajo como investigador consiste en estar al corriente de la investigación que se está llevando a cabo, por lo que tengo que leer la literatura especializada, tengo que leer revistas.
Estamos pasando a sistemas cognitivos, donde el propio sistema se encarga de hacer la tarea por ti, aprende lo que debe aprender y te trae toda la información que necesitas
Sin embargo, mi día tiene y el del resto de investigadores del planeta no tiene más de 24 horas. Nuestro tiempo es limitado, pero la cantidad de información que debemos asimilar ahora mismo en enormemente superior a la de antes.
Yo lo veo como una sobrecarga cognitiva: incluso si me plantaras toda la información en los morros, ¡no podría leerla y digerirla suficientemente rápido como para poder analizarla bien!
Por tanto, lo que necesito son sistemas informáticos y soluciones de tecnología de la información que puedan mejorar el proceso de buscar y asimilar información y que me proporcionen aquello adecuado en lo que me tenga que centrar.
Estamos dejando atrás los sistemas informáticos que tenían que programarse y que solo hacían lo que les decíamos que hicieran, los sistemas de programas, para pasar a sistemas cognitivos, donde el propio sistema se encarga de hacer la tarea por ti, aprende lo que debe aprender y te trae toda la información que necesitas.

6. CIUDADANOS EN RED

Ciudadanos en red


  • En el futuro, la apariencia de las ciudades no se alejará de su aspecto actual
  • pero sí cambiará su funcionamiento: serán más sostenibles y eficientes
  • Las nuevas tecnologías pueden cambiar las ciudades y a sus habitantes
  • El arquitecto Carlo Ratti revela a Elsa Punset que el cambio ya ha empezado
  • Además, ponemos a prueba los conocimientos de los ciudadanos en sostenibilidad
  • Redes se emite el domingo, 30 de junio, a las 21.30 horas, en La 2 de TVE




EDUARD PUNSET (REDES) 25.06.2013
En el futuro, la apariencia de las ciudades no se alejará mucho de su aspecto actual, pero sí que cambiará su funcionamiento: los recursos se utilizarán de un modo más eficiente y razonable, y en general serán más sostenibles de lo que son hoy.
los recursos de las ciudades se utilizarán de un modo más eficiente y razonable, y en general serán más sostenibles de lo que son hoy
Convertir los núcleos urbanos en mejores sitios para vivir será posible gracias a la integración de las tecnologías digitales con las infraestructuras de la metrópolis.
En este capítulo de Redes, el arquitecto y diseñador Carlo Ratti revela a Elsa Punset que esta transformación ya se ha puesto en marcha y explica de qué modo las nuevas tecnologías tienen el potencial de cambiar tanto las ciudades como las conductas de sus habitantes.
Y además, pondremos a prueba los conocimientos de los ciudadanos en materia de sostenibilidad y veremos cómo mejorarlos.
La tecnología fortalece el lado humano de las ciudades.
Carlo Ratti
Elsa Punset:
Carlo, es un auténtico placer tenerte con nosotros, porque sé que eres un hombre extremadamente ocupado.
Viajas por todo el mundo con un cometido importante: intentar cambiar cómo son nuestras ciudades.
Dices que, desde el año 2008, la mitad de la población mundial vive en las ciudades, que representan solo el 2 %, aproximadamente, del terreno del planeta y, sin embargo, generamos alrededor del 80 % de los residuos y consumimos en torno al 75 % de la energía.
Carlo Ratti:
Sí, correcto. Las cuatro cifras importantes que hay que recordar sobre las ciudades son las siguientes: 2, 50, 75 y 80. Las ciudades solo suponen el 2 % de la corteza terrestre, pero concentran al 50 % de la población, representan el 75 % del consumo energético y el 80 % de las emisiones de CO2.
Por tanto, si logramos hacer algo para cambiar nuestras ciudades, para volverlas más eficientes, la repercusión a escala mundial será muy grande.
Elsa Punset:
¿Pero se trata de un buen modelo? ¿Deberíamos reforzar las ciudades, o bien intentar que las personas vivan de un modo distinto?
Carlo Ratti:
Pues lo que ocurre con las ciudades no es que consuman más que el resto porque sí, ¡sino porque en ellas se realiza muchísima actividad! No creo que eliminándolas se lograra usar menos energía.
De hecho, hay algo muy interesante: las ciudades son economías de escala. A menudo, la concentración logra reducir la cantidad de energía. Y todo apunta a que existe tanta concentración ahora mismo que, si logramos mejorar las cosas, la repercusión a escala global puede ser enorme.
Elsa Punset:
¿Así que las ciudades pueden ser una manera sostenible de vivir?
Carlo Ratti:
Las ciudades SON una manera sostenible de vivir.
Elsa Punset:
¿Y crees que lo son ahora mismo, ya en la actualidad?
Carlo Ratti:
Bueno, otra cosa es si nuestro estilo de vida es sostenible o no, pero estar en una ciudad nos permite utilizar y aprovechar la economía de escala de las ciudades, lo cual sin duda es más sostenible que si tuviéramos, por ejemplo, una dispersión urbana gigante, un tipo de ciudad sin fin muy dispersa y extensa.
Elsa Punset:
¿Y por qué tiene importancia para los que nos ven ahora mismo por televisión? Me refiero a que… habláis de ciudades inteligentes, ¿verdad? ¿O acaso no os gusta el término?
Carlo Ratti:
En primer lugar, la palabra no termina de gustarnos porque creemos que es un poco fría, que solo refleja la parte tecnológica.
En nuestro laboratorio hablamos de senseable city (un juego de palabras en inglés) porque creemos que este tipo de ciudad tiene más que ver con las personas, con la capacidad de la ciudad de sentir, de interactuar y crear una interfaz con los ciudadanos.
Elsa Punset:
Entiendo. En cierto modo, las ciudades están cobrando vida, porque son capaces de captar y distribuir la información.
Carlo Ratti:
Se podría decir algo así, sí. Normalmente recurrimos a una analogía muy simple para explicarlo que viene de la Fórmula 1. Hace 10-15 años, para ganar una carrera de Fórmula 1 se necesitaba un buen coche y un buen piloto.
Lo importante era la parte física. Sin embargo, hoy en día, para ganar una competición de Fórmula 1, además de la parte física, también es fundamental la parte digital: se requieren miles y miles de sensores en el coche, con un sistema de telemetría que envíe información a un ordenador y analice los procesos… para tomar decisiones a tiempo real.
Esta capacidad de tomar decisiones a tiempo real es lo que vemos en las ciudades de hoy: es casi como si nuestras ciudades se estuvieran convirtiendo en coches de Fórmula 1, es decir, como si tuvieran una mejor capacidad de respuesta.
Elsa Punset:
Pero ¿esto sucede ahora? ¿Cuándo crees que viviremos en el tipo de ciudades que tienes en mente?
Carlo Ratti:
Pues, hasta cierto punto, la dinámica mediante la cual la ciudad usa información a tiempo real para modificar la vida de los ciudadanos ya está ahí. ¡Piensa en la Primavera Árabe!
Fue un ejemplo increíble del uso de información a tiempo real a través de medios que hace unos años no estaban disponibles para promover un cambio drástico; en ese caso se trataba de un cambio político, pero se puede usar la misma dinámica para muchas otras aplicaciones.
Tenemos un acceso más veloz a la información, sabemos que hay un atasco de tráfico mientras se forma o incluso antes de que se produzca; sabemos cómo responderá la ciudad a los distintos sucesos. Básicamente, se está forjando una relación más dinámica entre la ciudad y los ciudadanos.
Elsa Punset:
Ponme algún ejemplo concreto, por favor, Carlo, de cómo sucede esto.
Carlo Ratti:
Hay aplicaciones diversas, de todo tipo: desde el tráfico, pasando por la gestión de residuos, el consumo energético, la gestión del agua… Existen muchísimos aspectos en los que esta dinámica puede ser importantísima para la vida en la ciudad.
En todos estos casos tenemos una capa de información superpuesta con la capa física que abre nuevas posibilidades. Veamos por ejemplo un proyecto que hicimos en Seattle.
Hoy en día pasa algo muy curioso: sabemos muy bien de dónde vienen los objetos, lo sabemos todo sobre ellos, la trazabilidad de los chips de nuestros ordenadores nos permite conocer por dónde han ido y cómo han pasado a formar parte de la máquina.
Sin embargo, ¡apenas sabemos nada de lo que ocurre con las cosas que tiramos a la basura! Con los residuos.
Elsa Punset:
Lo que tiramos a la basura.
Carlo Ratti:
Sí. Pues bien, decidimos que queríamos algo parecido a cuando en el hospital te introducen un marcador, un contraste, en el torrente sanguíneo para seguir su recorrido por el cuerpo. ¿Podríamos hacer algo así pero a otra escala, en la ciudad? Para ello creamos unos pequeños dispositivos (casi como teléfonos móviles en miniatura) y los colocamos en los residuos para hacer un seguimiento de su recorrido por la ciudad.
Descubrimos varias cosas, cosas increíbles sobre las que no teníamos ni idea…
Elsa Punset:
¿Qué pasó?
Carlo Ratti:
Pues que examinamos toda la cadena y lo lejos que viaja, y constatamos cuánta energía se podría ahorrar si se instaurara un sistema de seguimiento mejor. También aprendimos algo muy importante: la cantidad de datos que generamos ahora mismo es increíblemente enorme.
Por cierto, si tomáramos todos los datos producidos por la humanidad desde el principio hasta el año 2003, el volumen de datos es más o menos el mismo que ahora producimos… ¡cada dos días!
Estamos hablando de una cantidad increíble de información y, si la compartimos con los demás, si la hacemos pública, abierta, se pueden impulsar cambios en nuestra conducta.
Elsa Punset:
¿No crees que sería importante, Carlo, que los ciudadanos fueran más activos, que no se limitaran a obedecer las órdenes impuestas?

Carlo Ratti:
La ciudad funciona como una herramienta de apoyo, una manera de fomentar la participación pública. Con la Primavera Árabe vimos cómo las tecnologías permitían que la gente se juntara, en ese caso, con un objetivo político, claro.
Lo hemos visto también con el movimiento de protesta Occupy: en muchos países, esas mismas tecnologías han permitido que la gente intercambiara ideas, se uniera y actuara.
En cierto sentido, si pudiéramos usar la misma dinámica para algo positivo, para cambiar la ciudad, entonces tal vez podríamos conseguir algo a escala global. Yo lo llamo la Primavera Urbana.
Elsa Punset:
Carlo, me preocupa un poco que el hecho de que algunas ciudades estén conectadas gracias a la tecnología, con ciudadanos bien comunicados que tomen las decisiones adecuadas, acabe creando una brecha entre las ciudades inteligentes y las que no tienen acceso a dicha tecnología.
Carlo Ratti:
Esto siempre es muy importante, así que gracias por traer a colación una pregunta tan relevante: todo tiene que ver, en general, con la brecha digital, o quién queda excluido, por ejemplo, de la tecnología.
Es fundamental tenerlo siempre en cuenta. Pero creo que hay señales que nos permiten ser optimistas. Déjame que mencione unas cuantas: está, por ejemplo, la red de telefonía móvil.
No olvidemos que los teléfonos móviles, al principio, dividieron a la sociedad, pero ahora nos acercamos mucho a una situación en la que hay más teléfonos móviles que habitantes en el planeta, y la adopción de esta tecnología ha sido muy rápida.
Otra cosa interesante es que, en muchos casos, la tecnología permite dar un salto adelante, y esto es lo más apasionante, porque constatamos que pueblos, ciudades o comunidades que se habían quedado un poco atrás pueden avanzar porque usan y hacen suya la tecnología de un modo nuevo.
Elsa Punset:
Por tanto, ofrecerle a alguien tecnología supone también ayudarle a dar un salto adelante.
Carlo Ratti:
Incluso pueden pasar por delante de quienes estaban antes, ha quedado demostrado… por ejemplo, en el caso de las compras con el móvil…
Elsa Punset:
Es interesante… Muy bien, fantástico. Dices que todo esto cambiará también el espacio físico donde vive la gente: por ejemplo, ya no necesitaremos grandes bancos. ¿Cómo crees que todo esto afectará la apariencia física de las ciudades?
Carlo Ratti:
Creo que el aspecto visual de la ciudad no será demasiado distinto, del mismo modo que si vas al Barrio Gótico de Barcelona muchas cosas se conservan igual que entonces. Sin embargo, lo que podremos hacer en la ciudad será diametralmente distinto.
Y me refiero a nuestra manera de organizarnos, de vivir, de relacionarnos, de conocer gente, de encontrar pareja, de trabajar… Todo eso será increíblemente distinto.
Hay otra consecuencia muy importante, en mi opinión. En la primera misión Apolo, la potencia computacional que sumaban la NASA y el MIT para dirigir la misión era, en total, más o menos la misma que ahora llevamos en el bolsillo, en cualquier smartphone.
Pero había una diferencia fundamental. Por aquel entonces, si querías aprender a controlarla, tenías que estudiar años y años. Tenías que trabajar con tarjetas perforadas, aprender el lenguaje oportuno para interactuar con la máquina… era muy difícil de utilizar.
Esa misma potencia computacional la tenemos hoy en un teléfono inteligente, pero cualquiera, desde los 5 a los 95 años, puede aprender a usarla en menos de una hora.
Se trata de otra cosa importante porque, cuando hablamos de tecnología, siempre debemos plantearnos la cuestión de la brecha digital, de las personas que tienen acceso a la tecnología y las que no, y me parece que lo que acabo de decir es una señal de que la tecnología nos puede unir y tener un efecto más democratizador.
Elsa Punset:
¿Habrá coches en las ciudades inteligentes? ¿Será importante el transporte público en este tipo de ciudades?
Carlo Ratti:
Sí, pero creo que el transporte público que veremos será muy diferente del actual.
Elsa Punset:
¿Cómo? Explícanoslo, por favor.
Carlo Ratti:
Déjame darte también un par de ejemplos sobre eso: el primero tiene que ver con la capacidad infrautilizada de la red. Hicimos un estudio en Nueva York para analizar la situación de los taxis de la ciudad y nos preguntamos matemáticamente que pasaría si se pudieran compartir entre dos personas o más.
Eso sí, el requisito era llegar al destino en el mismo tiempo o con una demora máxima de uno o dos minutos, es decir, mantener los criterios de calidad del servicio actual. Resulta que, en estas condiciones, casi se puede reducir el número de taxis en un 40 %. Y, pese a la reducción, el servicio es el mismo.
Carlo Ratti:
Ahora bien, no habrá una única solución homogénea de movilidad. Veremos muchas otras cosas. De hecho, se están haciendo avances prometedores con los vehículos autónomos, que conducen solos, de los que ya hay muchos ejemplos: Google ha sacado uno, hay otro en el MIT… También habría servicios de movilidad a la carta: un sistema de autobuses que consistiera en vehículos autónomos que recogieran a los pasajeros y los llevaran a su destino de un modo dinámico.
Elsa Punset:
¿Qué hay de las bicicletas?
Carlo Ratti:
Las bicicletas sin duda serán parte de la ecuación… Ya hemos visto hasta qué punto las bicicletas pueden transformar radicalmente una ciudad, como sucedió en Copenhague donde, hace apenas unas décadas, los coches atestaban el centro de la ciudad, mientras que ahora entre el 30 y el 50 % de todos los trayectos diarios se realizan en bicicleta.
Elsa Punset:
¿Cómo se logró convencer a la gente?
Carlo Ratti:
En Copenhague se debió a una combinación de factores. Por un lado, varios incentivos y actuaciones distintas, pero también fue fundamental la respuesta de los ciudadanos.
Hubo puntos de inflexión en los que para los ciclistas pedalear se convirtió en un orgullo. Ahora sienten que hacen algo especial y por eso cada vez lo hacen más. Y esto da lugar a un cambio radical: cuantas más bicicletas hay por la calle, más seguro resulta todo para los ciclistas, es como un pez que se muerde la cola.
E incluso con las bicicletas nos podemos preguntar qué puede hacer la tecnología para mejorarlas. Uno de los proyectos en el que trabajamos se llama The Copenhagen Wheel (la rueda de Copenhague): hemos creado una rueda de bicicleta que recoge la energía al frenar. Esta energía se puede usar luego, cuando sea preciso.
Es una manera muy sencilla de convertir cualquier bicicleta en una bici eléctrica. Además, te da muchísima información sobre la ciudad: datos sobre la calidad del aire, los mejores lugares a los que ir, etcétera. Los sistemas que mezclan lo digital y lo físico, los bits y los átomos, nos permiten gestionar las cosas de un modo más eficaz
Elsa Punset:
Carlo, ¿crees que la tecnología acabará sustituyendo a la naturaleza con el tiempo? ¿Cambiaremos hasta ese punto como consecuencia de la tecnología?
Carlo Ratti:
No, ¡no opino así en absoluto! No creo que la tecnología sustituya jamás a la naturaleza, sino que más bien nos puede ayudar a mejorarla. Y puede hacer que el entorno sea más natural en las ciudades, ¡que al final es lo que queremos!
Elsa Punset:
¿Cómo? Dame un ejemplo.
Carlo Ratti:
Veámoslo con un ejemplo. Hace unos siglos, había muchísimas fábricas en las ciudades. Luego, durante las últimas décadas, hemos ido demoliendo muchas fábricas del centro urbano y sustituyéndolas por zonas residenciales, torres, oficinas y demás.
Ha habido muchísimas transformaciones urbanas importantes en todo el mundo. Ahora pasa algo muy interesante; algunos lo llaman tercera revolución industrial.
Tenemos máquinas digitales que nos permitirán producir de un modo nuevo… por ejemplo, están las impresoras 3-D, que hace diez años apenas podían imprimir pequeños modelos de polvo, ¡pero que hoy en día imprimen cosas tan complejas como motores de avión! ¡Y cada vez cobrarán más importancia en el entorno de fabricación!
Cuando se instauren del todo, cabe imaginar una ciudad donde la producción vuelva a instalarse en el centro urbano, pero en este caso será un tipo de producción diferente, que ya no se basará en las fábricas antiguas, tan contaminantes, sino en un sistema de fabricación digital y limpio que nos permitirá conciliar mucho mejor el lugar en el que vivimos, el lugar en el que trabajamos y los espacios naturales donde nos divertimos o a los que salimos.
He aquí un ejemplo de cómo podemos aprovechar algunas tecnologías digitales para crear una ciudad más humana, una ciudad donde la naturaleza esté más presente.
Elsa Punset:
Estupendo. ¡Espero que así sea! ¡Sería maravilloso! Bueno, Carlo… ¿crees que las ciudades serán un lugar mejor para vivir en los próximos años?
Carlo Ratti:
Vaya, en último término dependerá de nosotros, pero sin duda el potencial de hacer de las ciudades un lugar mejor para vivir está ahí, sí.